Mi historia
Todo inicio en 2016 cuando a los 19 años tome la decisión de irme de mi país Venezuela; un país que para una persona joven no tenia oportunidades, por esto, me puse en búsqueda de un nuevo destino que me permitiera estudiar y alcanzar mis sueños. Ese año emprendí mi viaje a Buenos Aires, sin una pizca de conocimiento en la vida adulta me adentre a buscar trabajo de lo más fácil, que para ese momento era gastronomía, mi plan inicial era trabajar y poder pagarme la facultad, yo amo la comunicación y mi gran sueño siempre fue recibirme de esa carrera, así que me puse en marcha.
Ya para 2018 inscrita en mi primer año de facultad y con un poco más de experiencia me hice una GRAN pregunta ¿de verdad esto es lo que quiero para mi vida hasta que me den mi titulo de licenciada? y con "esto" me refiero a lavar platos y tazas todos los días, trabajar mas de 9 horas, tener si acaso 1 día de descanso y sumarle que siempre quería sacar puros 10 en mis materias, era demasiado y mi yo soñador no quería más esa situación.
​
Así que con miedo pero segura de que quería un cambio, renuncie a mi trabajo de camarera en 2018, ese año mi mama estaba de visita desde Venezuela y que ella estuviera aquí me dio mucha fuerza, de hecho el dinero para que hiciera el curso de cejas me lo dio ella, mi mama dentro de sus múltiples talentos es diseñadora de ropa, hace cosas increíbles y cuando vino trajo sus prendas y las vendió, ese dinero se supone que se lo llevaría a Venezuela porque allá la cosa estaba difícil, pero mi mama decidió darme esos 3mil pesos para mi curso, gracias a mi madre esto existe, que si no saben la Z de ZG es por ella, su nombre es Zenaida ¡Gracias mami!
A mi siempre me gusto este rubro, pero como clienta, y nunca quise aprender porque decía "uy que miedo tocarle la cara a alguien" pues con dudas hice mi curso y les puedo decir con sinceridad que me costo más que a nadie aprender a depilar con hilo, pero eso no me detuvo, eso hizo que quisiera practicar más y más, esa era mi oportunidad de usar mis manos para algo hermoso, con la practica me volví muy buena haciéndolo, tomando así la decisión de trabajar desde mi casa, pero no tenia NADA, ¿Dónde iba a atender a mis clientas? entonces ahí empezó el tema de la inversión, decidí pedir prestado a otras personas y la respuesta que recibí fue "búscate un trabajo de verdad" "vuelve a buscar trabajo de camarera" eso fue como una patada de realidad, había encontrado mi primera piedra en el camino, no tengo a nadie que crea en mi más que yo, ni dinero para comprar una camilla, ¿Cómo voy a generar el dinero? así que, como todo lo que uno hace en la vida tiene un propósito, ese primer año de facultad aprendí en varias materias a manejar las redes sociales, a diseñar, a crear un publico, todo esto te lo enseñan para que se lo hagas a otras marcas, pero me dije a mi misma "yo soy mi propia marca" así que todo ese conocimiento lo voy a usar para mi; y así fue como cree mi pagina web y mi Instagram, con esto armado decrete estas exactas palabras "voy a comprar mi camilla de 5mil pesos, va a venir gente y la voy a poder pagar a final de mes" ese mes que hice mis publicaciones, recuerdo que como era mucho dinero ni con 10 clientas iba a llegar a cubrirlo, así que dije ¿y si hago un curso pequeño? yo soy bastante buena, la teoría la manejo y la practica también, lo hare, sacare un fecha y con que vengan dos personas pago la camilla.
​
¿Ustedes que creen que paso? ese mes se inscribieron 4 personas en el curso, no solo pague la camilla sino, que me quedo ganancia, fue increíble, tuvieron que practicar en mi mesa desayunadora, solo tenia la famosa camilla para que apoyaran sus guías, lo más hermoso de todo fue el después de ese curso, los comentarios de mis alumnas y la experiencia que me permití vivir.
​
​
​
Los primeros meses atendía 1 persona por mes, pero que esa sola persona volviera al siguiente mes y después viniera su amiga recomendada, me hizo entender de que ese era mi camino, si, un camino largo, pero lo iba a disfrutar, les juro que no sabia lo que se me venia, pero la confianza y seguridad hicieron de mi una roca indestructible, ¿Qué quise dejarlo y salir corriendo a estar en relación de dependencia otra vez? SI, miles de veces, pero siempre recordaba este es el camino Jhoanna, no sabes que hay al final si no lo recorres.
​
Hoy en 2024 con 27 años, puedo decir que aun sigo recorriendo ese camino largo, pero gracias a mi y al apoyo de mi esposo y familia, estoy en donde nunca pensé que podía estar, mi conocimiento y determinación me llevo a abrir un local a la calle en pleno Palermo, vivir de mi negocio netamente, certificar a más de 100 alumnas, atender a más de 200 personas al mes yo sola, manejar mi redes sociales, crear contenido y dictar clases. Sigo capacitándome y alimentando este proyecto que empezó por allá en 2018 sin camilla y sin capital, hoy sigo creciendo y siendo mi mejor versión cada día, eso es lo que entrego a cada clienta y alumna.
Si llegaste hasta aquí entenderás que todo mi trabajo esta hecho con amor y responsabilidad, con cada clienta me tomo el tiempo de dedicarme a hacer un trabajo personalizado y diferente. Si estas pensando en ese proyecto de camino largo, deseas emprender en el rubro, espero que mi historia te anime a creer, a soñar, y sobre todas las cosas aprender de otros soñadores, a nunca dejar de apostarte a ti.
​







